¿Qué pasa si muero sin un seguro de decesos?

Publicado el 20 de junio de 2025

Image

Fallecer sin un seguro de decesos puede suponer una carga económica y emocional importante para la familia. Al no haber cobertura, los allegados deben asumir todos los costes del sepelio, que en España pueden superar fácilmente los 3.500 euros. Además, deberán encargarse personalmente de los trámites administrativos y legales.

Sin un seguro, no hay acceso a asistencia inmediata ni profesionales que gestionen el proceso. Esto puede generar demoras y estrés, sobre todo si el fallecimiento ocurre de forma inesperada. Si aún no tienes una póliza, compara tu seguro de decesos en 1 minuto y ahórrate hasta un 40%.

¿Qué pasa cuando una persona fallece y no tiene seguro de decesos?

Cuando no hay seguro, todo el procedimiento debe organizarlo la familia. Esto incluye contactar con una funeraria, organizar el traslado del cuerpo, pagar el tanatorio, el ataúd, la ceremonia y otros gastos. A esto se suman las gestiones legales como la inscripción en el registro civil, baja en la Seguridad Social y certificado de últimas voluntades.

Si los familiares no tienen liquidez, puede ser difícil cubrir los pagos inmediatos. En ocasiones, deben recurrir a préstamos o adelantar dinero de su bolsillo, lo que complica aún más el momento. Por eso, contar con un seguro evita imprevistos económicos y sobrecargas.

¿Quién paga el entierro si no hay seguro de decesos?

El coste del entierro recae sobre los herederos o familiares directos. Si no hay testamento ni fondos disponibles, pueden surgir conflictos entre allegados o incluso con la funeraria. En casos extremos, los gastos se asumen por el ayuntamiento si se trata de una persona sin recursos.

En cualquier situación, la ausencia de un seguro implica que los familiares tienen que gestionar y financiar todo. A diferencia de una póliza, no hay un servicio inmediato que se haga cargo desde el primer momento.

¿Qué ayuda puede solicitar la familia al Estado?

Existen algunas ayudas públicas limitadas para sufragar gastos funerarios. En ciertos municipios, los servicios sociales ofrecen entierros básicos gratuitos si se acredita que el fallecido no tenía medios ni familia que pudiera hacerse cargo. También se puede solicitar el auxilio por defunción de la Seguridad Social (hasta 46 euros), aunque no cubre los costes reales.

Algunas comunidades autónomas tienen programas de atención urgente, pero suelen ser lentos y restrictivos. Por eso, la previsión a través de un seguro sigue siendo la vía más eficaz.

¿Qué trámites deben hacerse sin asistencia aseguradora?

Sin seguro, los familiares deben encargarse de todo: obtener el certificado de defunción, inscribir el fallecimiento en el Registro Civil, gestionar el servicio funerario, conseguir el certificado de últimas voluntades y tramitar herencias. También deben dar de baja servicios, pensiones y cuentas.

Muchos de estos pasos requieren tiempo, desplazamientos y conocimientos legales. Un seguro de decesos incluye gestoría que se ocupa de estas tareas, aliviando la carga a los seres queridos.

¿Qué pasa si no hay dinero en la cuenta del fallecido?

Si el fallecido no dejó fondos suficientes, los familiares deben asumir el gasto del entierro. Aunque haya dinero en sus cuentas, no puede accederse a él de inmediato sin la documentación que acredite la herencia o el testamento. Este trámite puede tardar semanas o meses.

Mientras tanto, los costes deben cubrirse por adelantado. Aquí es donde un seguro marca la diferencia, porque garantiza servicios sin depender del estado económico del fallecido.

¿Es obligatorio tener un seguro de decesos?

No, no es obligatorio por ley, pero sí altamente recomendable. Su función principal es proteger a la familia frente a los costes y gestiones tras el fallecimiento. En España, 1 de cada 2 personas tiene contratado este tipo de seguro precisamente por esa tranquilidad que aporta.

No tenerlo no implica sanción legal, pero sí un riesgo económico y logístico para quienes queden a cargo del sepelio y los trámites posteriores.

¿Qué opciones existen para personas sin recursos?

Si una persona no puede pagar un seguro y fallece sin recursos, su caso puede derivarse a los servicios sociales. Los ayuntamientos están obligados a garantizar un entierro digno en situaciones de indigencia o abandono familiar, aunque se trata de servicios básicos, sin ceremonia ni elección del tanatorio.

Otra opción es contratar un seguro a prima natural, más económico al inicio, o hacerlo en grupo con otros familiares para repartir el coste. Lo importante es prever lo inevitable con antelación.

¿Qué hacer en caso de fallecimiento sin seguro de decesos?

Lo primero es obtener el certificado médico de defunción. Luego, inscribir el fallecimiento en el Registro Civil y contactar con una funeraria para organizar el traslado y el sepelio. También será necesario tramitar los documentos legales y notificar a las administraciones públicas correspondientes.

Todo esto recae en la familia, sin apoyo externo. Por eso, si aún no lo tienes contratado, compara tu seguro de decesos en 1 minuto y ahórrate hasta un 40%.